miércoles, 6 de abril de 2016

Instinto u Olfato...


Alguna vez les ha pasado que conocen a alguien y de inmediato saben si les cae bien o no. Si es amigo o enemigo...

A mi me pasa con mucha frecuencia, solía decir frases como : " No se, hay algo en ella que no me cuadra". 

También podía pasar lo contrario: " al instante de conocernos fue como si nos conociéramos de toda la vida..".

Esto mis queridos amigos no pasa por casualidad, es un proceso que lleva miles y miles de años perfeccionándose en nuestra especie. 

Déjeme contarles algo, igual que los animales los primeros humanos dependían netamente de su olfato para saber si la persona que se acercaba era de su grupo o aldea, pareja o familia, amigo o enemigo...

Les parece increíble cierto, pero mas increíble aun les parecerá el hecho de que solían olerse para sacar tales conclusiones. Imagínense,  hoy en día eso es considerado inapropiado, falta de educación, pero en la antigüedad esa era la forma.

Tanto es así, que les puedo decir que nuestro tradicional saludo, el popular beso en la mejilla, es sin lugar a dudas,  la evolución del acto de olfatearse unos a otros. 

Con el transcurrir de los años, las transformaciones sociales y los cambios culturales ya no se puede oler públicamente a las personas, sin embargo, ese peculiar saludo nos permite la proximidad necesaria para analizar al contrario sin parecer mal educados.

Es por esta razón que,  aun sin percibirlo, cuando alguien esta lo suficientemente cerca de nosotros, nuestro olfato capta su esencia y le manda ciertas señales al cerebro que permiten clasificarla. Una vez superado ese proceso natural, sabemos casi de inmediato  si la persona nos cae bien o mal. 

Este proceso es tan rápido he imperceptible para nosotros como nuestra respiración, ya que lo hacemos de manera subconsciente. Pero no cabe duda que funciona.

Es maravilloso como nos hemos adaptado a muchos estándares sociales,  mas sin embargo,  nuestro olfato sigue dictando la pauta de quienes entran a nuestro entorno cercano y quienes no.

Aun así, debo destacar que el ser humano en su afán de cambio y de controlarlo todo, muchas veces hace caso omiso de estas señales e insiste en llevarle la contraria a su olfato. Lo que resulta un grave error. Nuestro olfato no se equivoca.

Cada vez es mas común escuchar frases como : " Desde el principio sospeche algo" o " Sabia que no era de confiar, pero me negué a creer"..

Es nuestro cerebro  quien al instante de procesar la estela de las personas,  nos envía señales para que no cometamos errores. Claro esta,  hoy en día no es una situación de supervivencia como en la antigüedad pero simplifica muchas cosas.

Así que,  la próxima vez que conozcan a alguien, no se equivoquen, escuchen su instinto o mejor dicho su olfato...








2 comentarios:

  1. Muy bueno tus blog o reportajes sobre olores son muy acertados

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  2. O nuestro Yo interno...yo me considero una persona intuitiva; muchos veces puedo oler o percibir las buenas o malas intenciones d las personas....interesante tema para discutirlo..

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