El olfato como mecanismo de protección...

Con excepción de aquellos que lo utilizan para trabajar, como perfumistas o enólogos, y algunas personas especialmente sensibles al mundo de los aromas, nuestra sociedad apenas valora el sentido del olfato. 

Trabajando con el Olfato

La mayoría piensa que oler no representa un papel relevante en sus vidas. Se suele pensar que para el ser humano no es tan necesario como para otras especies. Desde que nuestros antepasados homínidos asumieron la posición bípeda, dejaron de oler el suelo para en cambio levantar la mirada.

Se cree que solo es útil para animales «inferiores», mas no para nosotros,  que estamos dotados de racionalidad y lenguaje. Lo que algunos profesan  incluso con alivio, como si, así se liberaran de una gran carga.

Uno de los mejores olfatos..

Al punto tal, que si preguntas a la gente qué sentido preferiría perder, la mayoría elige el olfato, incluso antes que el gusto (cosa que suele suceder porque no diferencian claramente uno de otro).

Ni siquiera somos conscientes de ello, asumimos como es válido,  que su única función es la de servir de instrumento para la respiración...

Que el simple hecho de inhalar y exhalar es su relevancia.  Cosa que no discuto. ¿Pero eso es todo?

¡Guau! Todo ese sistema olfativo, tan bien elaborado y además conectado directamente al sistema límbico del cerebro,  único nervio del cuerpo expuesto al medio ambiente y eso no significa nada…¡Me niego a pensar así! 

Siendo justos,  el olfato tiene tanta relevancia en nuestra vida, como en la evolución. No debemos olvidar que su principal propósito es protegernos, si protegernos. Recuerde que es por medio de este que inferimos el peligro o el miedo, por lo que reaccionamos instintivamente, bien sea huyendo o atacando...

Ademas,  es atreves de este que el cerebro puede percibir directamente la señal de alarma ante cualquier sustancia nociva para nuestra salud, ocasionando un rechazo inmediato…

No en vano,  este sentido cumplió un rol protagónico en la vida y desarrollo de la especie humana, al punto tal de confiarle nuestra supervivencia…

Así que,  no lo desestimemos y tratemos de mantenerlo en óptimas condiciones. Siendo conscientes que también puede enfermarse, ademas nuestra vida podría depender de él. 

No olvide que todo es Cuestión de Olores...